STS 28/05/2013: Subsidio desempleo y rentas esporádicas

chiste desempleadoEn la actual situación de progresivo desmontaje de todo el estado de bienestar y con la revisión en profundidad de las denominadas situaciones de necesidad, los desempleados beneficiarios del subsidio asistencial deberían extremar la cautela y planificar la hipotética venta de activos ya que la suspensión o extinción del subsidio puede verse amenazada por la necesidad de acudir a obtener rentas de manera rápida.
En este sentido, la STS 28-05-2013 cuya lectura se propone analiza el período de cómputo en estas rentas esporádicas y sus efectos suspensivos o extintivos en el subsidio.

Que época tan terrible esta en que unos idiotas conducen a unos ciegos

La frase es de Shakespeare y pone título al descorazonador artículo que Rosa Marías Artal publica en «El Diario» y que se reproduce a continuación:

“Empecé a trabajar a los 13 años. Sin sueldo porque se trataba de ayudar a mi esforzado padre que -buscando sin descanso una salida laboral- había montado una pequeña empresa. Aprendí mecanografía, taquigrafía y algo de contabilidad. Y pasaron varios años, algún empleo miserable en Londres –que sabía transitorio, de crecimiento-, un marido, un hijo, una casa que atender, una carrera simultánea al resto de las ocupaciones, hasta que pude dedicarme a lo que en realidad quería: el periodismo.Monet - los descargadores de carbón (1875)

Emplearse en lo que a uno le gusta no tiene precio. Cambia el sentido de la vida. Se empieza la mañana con ilusión, se llena el día de matices y retos, y se llega a la noche pleno por muchos que hayan sido los sinsabores y el cansancio. El trabajo –el amado pero también el soportado, todos los trabajos- armoniza la satisfacción personal, el sentido de la utilidad hacia los otros y la necesidad de pagar las facturas y el ocio.

Y un día me echaron. Antes de tiempo. Anticipando la jubilación vital. La nueva teoría de la rentabilidad que precariza no solo la dignidad laboral sino la humana, lo exige –dicen-. Todavía me duele. Creo que, en su día –pronto ya-, me tocará una pensión modesta, permanentemente amenazada por la tijera. También entra en los cálculos restrictivos de “la sostenibilidad del sistema”.

He vivido por tanto las etapas que ahora se reproducen reiniciando y retorciendo el ciclo. Nunca creí ver -volver a ver- las injustas condiciones laborales que atenazan hoy a los jóvenes. El paro, la emigración forzada y sin retorno, la inseguridad en el empleo si se tiene, la imposibilidad de emanciparse por los escasos medios de los que se dispone. Una larga e intensa lucha –que venía de atrás- construyó otro mundo algo más justo.

Trabajar en lo que uno desea, en lo que cumple su vocación, es hoy casi una entelequia reservada a privilegiados. Hasta el ministro de educación, cultura y deportes, dice –ya lo hemos comentado- que hay que llenar los huecos de la maquinaria y no soñar con imposibles. Trabajar en lo que demanda… “el sistema”. Y demanda poco, vamos a ser sinceros. Mientras siga rigiendo la hegemonía del intercambio de apuntes financieros para enriquecer obscenamente a unos pocos, la producción o su comercio precisan escasa mano de obra. Y además la encuentran más rentable en países “en desarrollo”, aunque implique algunos “daños colaterales” de vez en cuando como ha ocurrido y ocurría en Bangladesh, y se denunciaba… y no servía para nada. Y, menos visible, en un sin fin de países donde los ciudadanos son piezas del engranaje de la fábrica general. La que ya apenas asienta sus sedes aquí. Pero aún hay empleo, cada vez menos. De las cifras estadísticas, llama menos la atención cómo está descendiendo la masa laboral.

6.202.700 parados no tienen ni eso. Ah, bueno que algunos trabajan en la “economía sumergida”, ésa que nos roba a los demás en torno a la cuarta par del PIB. Claro que como cuellos blancos nos saquean tanto o más, habrá que dejarla pasar. Y de algo hay que vivir. Del “colchón familiar” también. Que para eso somos un país que estima tanto el sostén de los entrañables lazos de sangre (como en las sociedades subdesarrolladas) y que no tiene quien defienda sus impuestos para mantener el Estado del Bienestar. Objeto de regalías privadas, no se va a ocupar en mantener, no solo los servicios, sino la dignidad de ciudadanos… que sí tienen en otros países. Lo ordena quien cobra sueldos, sobresueldos y complementos sufragados por nosotros.

van Gogh - 02

Los abuelos. Las pensiones de los abuelos constituyen el gran somier del “colchón familiar”. Pero no son “sostenibles”, vaya por dios. Prácticamente las más bajas de la Europa de nuestro nivel macroeconómico, se han pagado “por encima de nuestras posibilidades”. Y, además, como nos las hemos jugado para apañar la deuda, para que esté más baja y saneada, mejor no contar con eso.

Y la tierra de nadie. Los cincuentones. A quienes echan porque son más caros que los jóvenes. A los que se condena a no volver a trabajar jamás. A la sensación de saberlo y vivirlo. Cada día. Y, ya amortizados en su uso, se les quita paro y “costosos” subsidios. Y se les pone –caso de que sobrevivan- el cobro de la pensión en los 70 y absolutamente devaluada.

Este casi secular retroceso que hemos permitido no irá sino a más. Las zanahorias de Rajoy y su equipo colocadas siempre en un futuro algo más allá, carecen de tierra para crecer en el progresivo, constante y acelerado hundimiento de nuestra economía. Pero todavía se puede desandar casi por completo el progreso humano. Porque ya no nos faltaba más que la irrupción de Esperanza Aguirre, desbordada en impaciencia por llegar al cargo. Febril, como si hubiera inhalado las cenizas de Thatcher, se propone ir donde nadie llegó… en los dos o tres últimos siglos:acabar con el Estado del bienestar de una forma radical. Un sálvese quien pueda social. Volver a la enseñanza exclusivamente para las élites o la beneficencia sanitaria, sin renunciar por supuesto a los impuestos que mantienen su estructura de poder y  “el orden” para que nadie rechiste. Aquel asfixiante sistema que hizo erupcionar las guillotinas de la Revolución francesa. Este gobierno, este partido, –probable, posible, presunto, profundamente podrido por añadidura- no puede seguir ni un día más, al menos por este camino. Este gobierno, y sus secuelas por comunidades y cargos idénticas a la matriz.

Como tantos otros, soñé y tuve un trabajo que dignifica, llena, construye y paga -incluso el futuro inactivo-. 6.202.700 carecen de él. Más de la mitad de los jóvenes españoles lo esperan. La opción es seguir siendo piezas, herramientas, accesorios y recambios  a la baja de un sistema degenerado y depredador, o pensar que no se puede demorar ni un instante más el ocuparse… de los intereses del conjunto de la sociedad. 

Rosa María Artal

http://www.eldiario.es/zonacritica/trabajo_6_127797233.html

Ilustraciones: Monet, «los descargadores de carbón» (1875) y dibujo de Van Gogh.

No busques trabajo

“Por eso me atrevo a darte un consejo que no me has pedido: tengas la edad que tengas, no busques trabajo. Buscar no es ni de lejos el verbo adecuado. Porque lo único que te arriesgas es a no encontrar. Y a frustrarte. Y a desesperarte. Y a creerte que es por tu culpa. Y a volverte a hundir.

No utilices el verbo buscar.

Utiliza el verbo crear. Utiliza el verbo reinventar. Utiliza el verbo fabricar. Utiliza el verbo reciclar. Son más difíciles, sí, pero lo mismo ocurre con todo lo que se hace real. Que se complica.
Paul Mary Beth McKenzie - Amaya (2002)

Da igual que te vistas de autónomo, de empresario o de empleado. Por si aún no lo has notado, ha llegado el momento de las empresas de uno. Tú eres tu director general, tu presidente, tu director de marketing y tu recepcionista. La única empresa de la que no te podrán despedir jamás. Y tu departamento de I+D (eso que tienes sobre los hombros) hace tiempo que tiene sobre la mesa el encargo más difícil de todos los tiempos desde que el hombre es hombre: diseñar tu propia vida.

Suena jodido. Porque lo es. Pero corrígeme si la alternativa te está pagando las facturas.

(…)

Por último, no busques trabajo. Busca una vida de la que no quieras retirarte jamás. Y un día día en el que nunca dejes de aprender. Intenta no venderte y estarás mucho más cerca de que alguien te compre de vez en cuando. Ah, y olvídate de la estabilidad, eso es cosa del siglo pasado. Intenta gastar menos de lo que tienes. Y sobre todo y ante todo, jamás te hipoteques, piensa que si alquilas no estarás tirando el dinero, sino comprando tu libertad”

Fragmento del artículo “NO BUSQUES TRABAJO”, de Risto Mejide publicado en “El Periódico”.

Puedes consultar todo el artículo en:

http://www.elperiodico.com/es/noticias/al-contrataque/busques-trabajo-2394122

España supera por primera vez los seis millones de parados

“De cada tres palmaditas en la espalda, una es de Judas” (Mahatma Gandhi)

Everett Shinn - All Night Cafe (1900)

“Las sociedades deben juzgarse por su capacidad para hacer que la gente sea feliz”

(Henry David Thoreau)

El paro crece un poco más lentamente este año. ¿La razón? Que cada día quedan menos puestos de trabajo por destruir

Puedes consular las claves de esta realidad en:

http://economia.elpais.com/economia/2013/04/25/actualidad/1366872244_350515.html

http://www.eldiario.es/economia/Espana-supera-millones-parados_0_125637494.html

http://www.elperiodico.com/es/noticias/economia/cifras-paro-epa-primer-trimestre-2013-2373455

STS 18/10/2012: Desempleo y residencia.

automóvil

El Tribunal Supremo ha avalado, en una sentencia que unifica doctrina, que los beneficiarios de prestaciones por desempleo puedan viajar al extranjero hasta 90 días sin perder el derecho a cobrar el paro, aunque el pago quedará suspendido hasta su regreso al país. De esta forma, el Supremo falla en contra de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que dio la razón al SEPE al reclamar a una ciudadana la devolución de 15.368,64 euros cobrados indebidamente tras haberse ido del país durante 21 días sin previo aviso debido a la angina de pecho que sufrió su suegro que reside en Ucrania.

Según la ley, el traslado de residencia al extranjero es causa de extinción de la prestación, pero permite mantenerla en caso de estancias en el exterior de quince días al año como máximo previa comunicación a la Administración.

A sensu contrario, la estancia de quince días al año como máximo en el extranjero, siempre que haya sido puntualmente informada o comunicada a la Administración española, no supone en principio ni suspensión ni extinción de la prestación de desempleo. El artículo 6.3 RD 625/1985 no lo dice expresamente, pero de su redacción se desprende que se trata de una libranza temporal de la presencia del perceptor de la prestación de desempleo en el mercado de trabajo español.

Ahora bien, la normativa es compleja y ha dado lugar a litigios solucionados de manera distinta por lo que el Tribunal Supremo ha decidido unificar las distintas soluciones distinguiendo tres situaciones de la protección del desempleo: prestación «mantenida», prestación «suspendida» y prestación «extinguida»

a) una prestación «mantenida» en los supuestos de salida al extranjero por tiempo no superior a quince días naturales al año, por una sola vez, siempre que el desplazamiento se haya comunicado a la Administración española en tiempo oportuno;

b) una prestación «extinguida», con la salvedad que se indica a continuación, en los supuestos de prolongación del desplazamiento al extranjero que comporte «traslado de residencia», es decir por más de los noventa días que determinan en la legislación de extranjería el paso de la estancia a la residencia temporal;

c) una prestación «suspendida» en el supuesto particular del artículo 6.3 del RD 625/1985 (redacción RD 200/2006) de » búsqueda o realización de trabajo » o » perfeccionamiento profesional » en el extranjero por tiempo inferior a » doce meses»;

d) una prestación «suspendida», en todos los demás supuestos en que se haya producido el desplazamiento al extranjero por tiempo inferior a noventa días, con la consiguiente ausencia del mercado de trabajo español del beneficiario de la prestación de desempleo;

La novedad respecto a lo establecido en la ley está en el supuesto de la suspensión, que se podrá aplicar cuando se produzca un desplazamiento al extranjero de menos de 90 días, plazo que el Supremo justifica en que se trata del periodo establecido en la  legislación de extranjería para determinar el paso de la estancia a la residencia temporal.

El tema, no obstante, no es pacífico ya que la sentencia cuenta con un voto particular y aunque intenta dar un “respiro” a desplazamientos de duración razonable es previsible tendrá respuesta legislativa a fin de restringirlo y controlar de manera obsesiva a los desempleados.

Puedes consultar aquí el texto íntegro de la STS 18-10-2012

Problemática de la residencia en la Seguridad Social (II) desempleo

avión

Según la ley, el traslado de residencia al extranjero es causa de extinción de la prestación, pero permite mantenerla en caso de estancias en el exterior de quince días al año como máximo previa comunicación a la Administración.

¿Cómo viajar al extranjero sin perder la prestación?

En primer lugar, hay que tener claro que es obligatorio informar a la oficina de empleo si se va a viajar fuera de España.

Se está intensificando el control a través de cruces con las bases de datos de la policía y control de pasaportes en la renovación del paro para detectar desempleados que abandonan el país sin autorización.

La sanción puede suponer desde un mes sin cobrar la prestación a la pérdida total de la ayuda y obligación de devolver lo cobrado.

 A nadie se le impide viajar fuera de España, lo que si está limitado es viajar fuera de España y seguir cobrando al mismo tiempo la prestación por desempleo.

Hay varios supuestos contemplados en la Ley:

a) Si te vas a ir como máximo 15 días, por el motivo que sea debes pedir autorización y seguir cobrando el paro.  Los 15 días es el tiempo máximo de salida en un año. Son días naturales y se pueden utilizar de manera fraccionada en dos o más períodos.

b) Si te vas para trabajar o buscar trabajo, realizar estudios que mejoren tu formación o para una acción de cooperación internacional se puede solicitar la interrupción del pago de la prestación o el subsidio.  Al regreso a España hay dos posibilidades:

b.1) Has estado en el extranjero menos de un año continuado y cuando regresas a España no encuentras trabajo. En ese caso puedes solicitar que te vuelvan a pagar la prestación o el subsidio que se interrumpió cuando te marchaste.

b.2) Si has estado fuera más de un año y cuando regresas no encuentras trabajo, entonces no podrás volver a percibir la prestación o el subsidio, es decir, pierdes ese derecho. Si eres español y regresas de un país no perteneciente a la Unión Europea, Australia o Suiza, podrías tener derecho a un subsidio para emigrantes retornados

c) Si viajas al extranjero durante más de 15 días y no has pedido la autorización por búsqueda de empleo, formación o cooperación internacional, cuando el INEM lo detecte abrirá expediente sancionador y se pierde el paro, ya que no se ha cumplido la obligación de estar a disposición de los servicios públicos de empleo y mantener el compromiso de buscar trabajo.

d) Hay un régimen especial para el caso del trabajador español que se marcha a un país de la Unión Europea para buscar trabajo, en cuyo caso es posible exportar el cobro de la prestación durante tres meses.

No obstante lo expuesto, recientemente el Tribunal Supremo ha dictado unas interesantes sentencias (STS 18/10/2012 y STS 30/10/2012) que suponen una importante matización que suaviza la restrictiva regulación que dificulta a los desempleados estancias en el extranjero. Los desplazamientos más o menos largos no comportan fijar siquiera temporalmente la residencia en otro territorio y a esa realidad no atiende la legilación pero si la jurisprudencia.

Estas sentencias serán objeto de comentario en un post que constituye el apéndice provisional de éste.

Bajo el umbral de la pobreza y la desolación

Los casos de personas de clase media con problemas nunca le resultaron ajenos. Durante años, Luis trabajó en procedimientos judiciales de la financiera de Caja Madrid. Día tras día, tramitaba papeles de juicios por impagos. Poco a poco, empezó a ver cómo a los casos clásicos de morosos se empezaban a sumar nuevos perfiles, perfiles de gente que antes no solía engrosar este tipo de listas, gente que no estaba en los márgenes sociales, gentes de nivel económico medio. Poco podía prever que a sus 57 años, a él le tocaría luchar por no engrosar esas listas. En la del paro, ya está; como su mujer, desempleada desde hace ya cinco años. Tan apurada es la situación para llegar a fin de mes que han renunciado a las tarjetas de crédito y este mes se desprenden de la conexión a Internet en casa. Un gasto más que no pueden asumir.

Luis relata su situación a la salida de la oficina del INEM de Méndez Álvaro, cerca de la estación de Atocha, en Madrid. Es uno de los muchos españoles que pertenecen a esa clase media que está encajando a duras penas el duro impacto de la crisis. De la misma oficina sale cabizbaja Margarita, de 51 años, auxiliar administrativa que lleva tres años en paro. Su diagnóstico de la situación es meridiano: “La clase media está desapareciendo. Somos como los mamuts”.

El 35,9% de los hogares españoles afirma que no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos, según la última Encuesta de Condiciones de Vida del INE España se ha convertido en un país en el que uno de cada cuatro hogares manifiesta llegar a fin de mes con dificultad o mucha dificultad, un dato acorde con el hecho de que uno de cada cuatro trabajadores está en paro. Y mientras se suceden los despidos y los recortes, sube la luz, sube el gas, sube el transporte, sube el IVA, sube el IRPF, Y suben los precios… entre enero de 2008 y agosto de 2012 el incremento ha sido del 9,6%.

“Un litro de gasolina te vale ya más que un café”, dice el extrabajador de la financiera de Caja Madrid, hoy Bankia. “El coche lo tenemos muerto de risa”. Los ahorros familiares que tenían han ido menguando en los últimos años, sobre todo desde que su mujer, administrativa, quedó en paro. El hijo mayor, economista de 27 años, trabaja como becario en una aseguradora; como dice Luis: “trabaja gratis”. Total, que los ingresos de esta familia de cuatro miembros (el pequeño tiene 15 años) son de 1.400 euros, los que Luis cobra como prejubilado (equivalentes al 80% de su sueldo fijo, que no incluye ese variable que antes cobraba y que le quitaron en febrero). La empresa en la que llevaba trabajando 23 años presentó un ERE en junio. La hipoteca se come 600 euros. Otros 300 se los lleva el préstamo que pidió para devolver un anticipo. Quedan 500 para aguantar todo el mes. Los días en que se iban de vacaciones son un recuerdo lejano. El ocio de puertas afuera es cosa del pasado. “Con lo que tenemos, hay que pasar todo el mes”. Adiós al Círculo de lectores y a las cuotas que pagaba al sindicato. Y el mes que viene, adiós a los 90 euros que pagaban por tener televisión, teléfono e Internet. “Yo trabajaba y vivía con cierta seguridad, pero todo ha cambiado”, dice. “Anímicamente, uno se siente muy mal. Todavía tengo un poco de zumo que dar, no creo que sea justo lo que me ha ocurrido. Con 57 años, ya no tengo opción de encontrar trabajo”.

Las puertas de las oficinas del INEM están pobladas de historias como la de Luis. Hortensia, exdependienta de 48 años, cuenta que está muy inquieta. Acaba de acudir a la oficina de la calle Evaristo San Miguel, zona de Argüelles, y sabe que solo le queda un mes de prestación; uno de sus hijos dejó de estudiar Informática para trabajar en Mercadona y el trabajo le ha durado tres meses; son tres en la familia, hay un hijo más pequeño; dos, en paro.

Las víctimas de esta tragedia silenciosa que va impregnando día a día la sociedad española cuentan su historia, quieren denunciar la situación, pero no desean dar a conocer su apellido; algunos, ni siquiera el nombre; o ni siquiera una inicial. Es el caso de una profesional altamente cualificada de 50 años que trabajaba en una gran consultora y que acude a la oficina del INEM por primera vez. “Ayer fue mi primer lunes al sol”, se lamenta. Se acaba de quedar en paro a la vez que su marido: “Tenemos muchos amigos de 50 años en paro, ¿qué hacemos el batallón de los que tenemos 50 hasta los 67? ¡No vamos a tener pensiones, ni Seguridad Social!”.

Cristina, de 31 años, está tirando de los ahorros y se apoya en su compañero, que aún trabaja. Isabel, de 55, que trabajaba como pastelera, dice que en casa ya solo entran marcas blancas y que se acabaron las salidas: toca reunirse en casa con los amigos a hacer cineforum con películas bajadas de Internet. José Antonio se queja de que la crisis haya convertido a muchos españoles en “ciudadanos de segunda de un plumazo”. Luisa, de 60 años, que ha visto cómo les han reducido el sueldo tanto a ella como a su marido, está preocupada porque su hijo de 33 años es licenciado y tiene un máster, pero solo ha conseguido trabajar en la construcción y en pizzerías hasta la fecha.

Luis Fernández, cabeza visible de la asociación de desempleados Adesorg, lo tiene bien claro: “Los que llevamos tiempo en situación de desempleados nos hemos adaptado: trabajamos en B, esclavizados, y nos van a salir plumas por comer tanta carne de pollo. Pero lo que va a ocurrir con la clase media alta me preocupa: se va a encontrar de pronto en esta fase y el trauma va a ser brutal. De tener la vida resuelta, aunque sea sin grandes lujos, a verse ninguneados”.

(Joseba Eloba, publicado en el diario “El País”, el día 17/10/2012)

Fuente original:

http://internacional.elpais.com/internacional/2012/10/11/actualidad/1349983442_304968.html

Todas las ilustraciones Alex Katz

De los brotes verdes al otoño caliente y otras milongas por el estilo… Erase una vez

Érase una vez una familia con tres hijos. El mayor tenía 18 años, el mediano, 15, y el pequeño, 12. El padre se quedó en el paro y cobraba una ayuda de 400 euros. La madre trabajaba limpiando casas, pero ahora no trae ningún ingreso porque la ley obliga a dar de alta a estos trabajadores y no encontró a nadie que quisiera hacerlo. Manuel, el hijo mayor, quería ir a la universidad pero esos 400 euros mensuales no permitieron pagar la matrícula ni dividiéndola en cuotas. Los pequeños estaban en el instituto. Compartían el libro de texto con el compañero de pupitre porque se han suprimido las ayudas para libros. El material escolar ha subido a un 21% y tendrán que aprovechar los cuadernos, y todo lo que sirva, del curso anterior. Este año no podrán asistir a actividades extraescolares ni al comedor escolar, se acabó el fútbol y la piscina municipal a la que debían asistir para solucionar sus problemas de espalda.

Como también tienen que comer, se han ido a vivir a casa de los abuelos paternos que tienen una pensión de 500 euros. Son siete personas en un piso pequeño. Están en periodo de adaptación. No mueven el coche porque en septiembre tenían que pagar el seguro y no pueden hacerlo; por supuesto, tampoco pueden llenar el depósito de la gasolina. No cambiarán la ropa: los niños, que tienen la mala costumbre de crecer, llevarán prendas de sus primos y vecinos.

Empieza como un cuento pero no lo es, es la dura realidad de muchas familias españolas que sufren las consecuencias de esta crisis que ellos no han provocado.

¿De verdad vamos por buen camino?

Autor: Rosa Santa Daría Hernández.

«El consenso ciudadano es mayoritario en que cualquier solución permanente a la crisis actual pasa por un proceso de ajustes y sacrificios que corrijan los desequilibrios acumulados en la época de la burbuja, pero ese consenso se rompe en mil pedazos con los métodos elegidos para repartir sus costes entre acreedores y deudores, entre pagadores (teóricos muchas veces) de impuestos y receptores de los servicios públicos que provee el Estado, entre ciudadanos de rentas altas, medias y bajas, entre los sectores económicos (financieros y productivos), entre las distintas zonas geográficas del país, entre los factores de producción (capital y trabajo), entre las generaciones (mayores y jóvenes), etcétera». (El lado oscuro del ajuste)

Para completar el análisis de la política de austeridad y recorte del gasto social del gobierno de Rajoy os propongo:

El lado oscuro del ajuste

http://economia.elpais.com/economia/2012/09/16/actualidad/1347808984_275659.html

Fatiga de austeridad y quebrantos políticos:

http://economia.elpais.com/economia/2012/09/14/actualidad/1347624775_668143.html

Ilustraciones: superior Eduardo Urculo, «familia» (1958) e inferior Camilo Egas, «trabajadores sin Hogar»  (1933)

Florecillas pisoteadas al borde del camino: Análisis del contenido del RD 20/2012, de 13 de julio.

Las florecillas son siempre los mismos como los mismos son los que causan la crisis y los que de ella sacan provecho.

El gobierno se olvidó citar algunos aspectos importantes de las medidas de recorte, como es la supresión del subsidio para mayores de 45 años, la elevación de los 55 años del subsidio que hasta ahora era para mayores de 52 años y la posibilidad de suspender la prestación por desempleo «cuando se aprecien indicios suficientes de fraude en el curso de las investigaciones realizadas por los órganos competentes en materia de lucha contra el fraude». Y dificultades mayores para acceder a la Renta Activa de Inserción.

– La prestación por desempleo pasará a ser del 50% de la base de cotización en lugar del 60% para los nuevos demandantes de empleo a partir del sexto mes de percepción.

– los servicios públicos de empleo dejarán de cotizar por los trabajadores que están en paro. Cuando una persona pierde su empleo sigue cotizando un 4,80% de lo que percibe. Ahora el servicio público de empleo asume la parte empresarial de ese 4,80%, lo que representa el 35% del total, mientras que el desempleado abona el 65% restante. El Estado dejará de contribuir con el 35 por ciento de las cotizaciones a la Seguridad Social de quienes perciban la prestación por desempleo.

El RD fija que el parado asuma el 100% de esa cotización a la Seguridad Social.

En la práctica, supondrá una pequeña reducción de la cantidad que se perciba mensualmente para los nuevos demandantes de empleo.

– La Entidad Gestora podrá suspender el abono de las prestaciones por desempleo cuando se aprecien indicios suficientes de fraude en el curso de las investigaciones realizadas por los órganos competentes en materia de lucha contra el fraude.

La debilidad del concepto indicios muestra un refuerzo del poder coercitivo de la Administración respecto a actuaciones investigadas.

– En aquellos subsidios que dependen de un nivel de rentas para obtenerlos, se cambian los criterios. Se considerarán como rentas o ingresos computables cualesquiera bienes, derechos o rendimientos derivados del trabajo, del capital mobiliario o inmobiliario, de las actividades económicas y los de naturaleza prestacional, salvo las asignaciones de la Seguridad Social por hijos a cargo y salvo el importe de las cuotas destinadas a la financiación del convenio especial con la Administración de la Seguridad Social. También se considerarán rentas las plusvalías o ganancias patrimoniales, así como los rendimientos que puedan deducirse del montante económico del patrimonio, aplicando a su valor el 100 por 100 del tipo de interés legal del dinero vigente, con la excepción de la vivienda habitualmente ocupada por el trabajador y de los bienes cuyas rentas hayan sido computadas, todo ello en los términos que se establezca reglamentariamente.

– Se suprime el subsidio especial para mayores de 45 años.

– Se retrasa el subsidio indefinido hasta la jubilación para mayores de 52 años tres años, hasta los 55 años.

Los perjudicados por esta medida se calcula pueden ser más de 100.000, que dejan de percibir con este retraso más de 12.000 euros por el subsidio más los derivados de la cotización o su efecto en una hipotética menor cuantía de la pensión de jubilación.

– Por otra parte, se modifica el régimen de acceso a la renta activa de inserción (RAI) para reforzar su vinculación con el empleo y garantizar una mayor efectividad en la utilización de los recursos públicos. Se exige para el acceso a la Renta Activa de Inserción que previamente se haya agotado la prestación contributiva o el subsidio por desempleo para aquellas personas que tiene más de 45 años y son parados de larga duración y que durante el periodo de inscripción ininterrumpida como demandante de empleo (1 año mínimo) no se haya rechazado ninguna oferta de empleo adecuada, ni se haya negado a participar, salvo causa justificada, en acciones de promoción, formación o reconversión profesionales.

Los nuevos requisitos suponen eliminar una vía de acceso donde el 90 % de los que la percibían accedían a ella sin un empleo anterior. Cada uno de estos perceptores percibía algo más de 4.000 euros anuales.

Para los beneficiarios de la Renta Activa de Inserción (RAI), la salida al extranjero, por cualquier motivo o duración, interrumpe la inscripción como demandante de empleo a estos efectos. Hasta ahora, se permitía un máximo de 15 días fuera de España que se podía ampliar a 3 meses si el solicitante se trasladaba a algún país de la UE en busca de trabajo.